Recientemente , escuché un audio de cinco minutos del sobreviviente más joven del equipo de rugby uruguayo que iba en el avión a Chile que se estrelló en los Andes (Alive). Estos fueron los hombres que vivieron 70 días en los Andes. Ellos se enteran en un radio que tenían, que luego les saca la mano, que habían cesado la búsqueda de los sobrevivientes. Uno de ellos, Nicolich, les comunica la buena noticia a los demás. Y los lleva a que piensen que ahora no dependen de terceros, sino que su vida depende de ellos. Decidieron trabajar en equipo, y tomaron decisiones para sobrevivir, como comer la carne de sus compañeros muertos. Todo era adversidad, además de ser olvidados, según ellos, les vino una avalancha donde mueren otros ocho compañeros; luego de buscar y encontrar la cola del avión, no pudieron hacer funcionar el radio. Todo era desasosiego. Y dice Carlos en el audio: "Nosotros... gracias a la actitud, pudimos decirle que Sí al No."
Otros casos que le dicen sí al no a pesar de sus dificultades son las personas que se someten a algún tipo de trasplante. Tengo la fortuna de conocer dos personas, que han superado la prueba, gracias no solo a la pericia médica sino también a la forma en que abordaron la prueba. ¡Hoy pintan, disfrutan el mar, pasan horas en un jacuzzi, adoptan perros, cultivan flores, se ríen de la vida y hasta se casan! Todo esto lo digo porque en todos los periódicos locales, ayer en la mañana, se habló del trasplante de la hija de 5 meses del Alcalde de Medellín, cuya donante fue su madre, porque no consiguieron otro donante. Pensaba en lo que debía estar pasando por la mente de ese hombre, su hija se iba a someter a una cirugía de 16 horas, y su esposa, en un acto de amor inconmensurable, también entraría a cirugía, poniendo en riesgo su vida para salvar la de su pequeña. Todo estaba en juego. ¿A qué debía recurrir este hombre en una sala de espera?
En la tarde me enfrentaba a mi clase donde mis dendritas se hacen añicos, mi clase de cello, o como diría mi mamá: "michelada", la profe me pidió que tocara de memoria dos temas que he venido trabajando con ella, el Minuet 3 de Bach y el inicio del Canon en D de Pachebel....y yo empecé a decirle como loca que no que como se le ocurría, yo le decía que no y ella me decía que sí, yo que no y ella que sí, y luego me da una estocada diciéndome: "es que tú te la sabes de memoria pero no confías, ni crees que te las sabes".
Después de la clase no tuve más remedio que ir al diccionario y mirar la etimología de la palabra confiar, y significa " tener total fe o lealtad", ya que viene del latín , con-junto y fides-fe. ¿ En quién debemos confiar?¿Qué debemos confiar? ¿Para qué debemos confiar? ¿Qué logramos si confiamos? ¿Qué podemos hacer para abandonar la desconfianza?
Yo no creo que los uruguayos hayan sobrevivido su aventura sin contar con el otro. No creo que una persona en una mesa de cirugía de cara a un trasplante, aterrorizada por la incertidumbre, logre sacar su fortaleza, si no fuera porque se pone en manos de sus cuidadores (médicos, enfermeras, y sobretodo Dios). Tampoco creo que una persona saque todo el provecho de sus talentos, y pueda expresarse sin tapujos, si no fuera porque debe confiar en si mismo y no dejar que la loca de la casa sabotee el esfuerzo diario. ¿Cómo puede uno rehacerse o levantarse de la adversidad si no cree con toda certeza que lo va a lograr, que lo van a lograr? No me miren raro, el van está en plural...porque nada de lo que embarquemos en la vida es un ejercicio solitario, siempre hay otro, aunque ese otro no lo conozcamos, aunque ese otro sea yo mismo.
En mis cavilaciones anoche, pensé que la confianza tiene dos aspectos, uno activo y uno pasivo. El activo es el que me invita a hacer y dar lo mejor de mí en cada segundo, fluyendo sin dejarme acorralar por los pensamientos de derrota o incapacidad. El pasivo, por otro lado, es el que te lleva a entregar el resultado. Se vincula al activo, en el sentido de que el resultado se asocia a la intención materializada, sin embargo, la calidad, la cantidad o la temporalidad del resultado finalmente lo entregas. Al final, todo será como ha de ser.
Si queremos decirle Sí al No, si queremos cambiar nuestra vida, si queremos abandonar el cautiverio del enemigo, trabajemos amorosamente de la mano del otro, de nosotros mismos, y construyamos un pensamiento que venza obstáculos, que rompa amarras, que sirva al otro, que nos recuerde que somos parte de un equipo, que nos recalque que el individualismo es un acto de soberbia, que nos haga rendirnos a la gratitud de lo insospechado.
"Empieza por hacer lo necesario,luego haz lo posible,y de pronto estarás logrando lo imposible."FRANCISCO DE ASÍS
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