Todos llevaban ese día la ilusión al colegio, la ilusión de que su puente fuera el mejor y la profesora lo felicitara, el otro supongo que ese volcán hiciera erupción con el consabido alka seltzer, la princesa esperaba que el príncipe la recogiera en su carruaje, la adolescente esperaba reencontrarse con el muchacho que le gustaba, y por último los adolescentes llevaban a cuesta la ilusión del amor eterno, la ilusión de un beso, la ilusión de un 10.
Todos al comenzar el día llevamos la ilusión al colegio, así como estos niños entraban a su alma mater con desparpajo. Todos llevamos la ilusión del cambio, de una meta cumplida, de un abrazo dado, de un amor dado...al pasar los años nos olvidamos de princesas y príncipes, nos concentramos en facturación e impuestos...pero no podemos olvidar esa sencilla euforia que de niños sentíamos de entrar al colegio para ver a los amigos (eso sí cuando no había examen....jajaj), esa felicidad de un nuevo día de ir a despertar a los padres diciéndoles que ya había amanecido que nos hicieran el desayuno y que nos dijeran cual era el plan del día....era un nuevo día para jugar y ser felices!!
Que la ilusión no se desvanezca en las responsabilidades, que esa pasión de vivir no se diluya en lo trivial, que esa voluntad para cambiar, para amar nos acompañe y que sí al terminar el día estamos exhaustos podamos dar gracias por eso que se intentó , por eso que sorprendió, por eso que nos hizo reír, por eso que nos hizo aprender, por eso que nos da la ilusión de llevar un día más la ilusión al colegio..
Que no dejemos de soñar!