Tossa del Mat

Luego de ver al Atlético perder su champion ya casi arrastrando los pies del cansancio y de dormir en medio de humo de cigarrillos ( aquí la gente fuma demasiado !), decidí irme con Clara para Tossa del Mar, en la Costa Brava!

Fue un hermoso fin para este camino español. La antigua fortaleza romana resguarda un pequeño pueblo que respira Mediterráneo y volví a caminar fuera de una atareada ciudad.Me gustó mucho poder desde lo alto de un risco despedirme de esta tierra que me regaló una de las grandes experiencias de mi vida. El mar infinito y su infinita calma me bañaron y me recordaron a Drexler "calma .. Todo está en calma ..deja que el beso dure deja que el tiempo cure ..deja que el alma tenga la misma edad que la edad del cielo". 

El viaje de regreso fue todo un estudio sociológico. Estamos en la plataforma esperando la llegada del tren cuando un pelao de 15 años aprox. de cachucha a medio lado con su amigo africano con un problema serio en sus encías ( estaban salidas) empezaron a mostrarse como alfa a dos pelaitas .. Una de ellas con un short que de hambre cubría su partes nobles y la otra con sus chicles pegados.. Los cuatro en una danza de actuar como adultos siendo aún niños.. El de cachucha se sienta en la plataforma con los pies bailando sobre los rieles .. Y las niñas hablando durísimo! Lo chistoso es que cuando llegó el tren las dos niñas sentaron juntas a una hilera de distancia de los pelaos. Cuando la del chicle recibe una llamada y dice es tu mama mierda !! La del short se hacía la que no la escuchaba y le pasaba el teléfono a la otra que estaba al lado. Que risa ! Empezamos a ver cómo le cambiaba el semblante y en cuestión de segundos le pasa el teléfono a la otra y la otra empieza a hacer como sí no escuchara y le cuelgan. La madre vuelve a llamar y está a gaguear diciéndole mentiras sobre su paradero. Pasa el regaño de esta cuando la mamá del de la cachucha lo llama también en las mismas y el le decía que el celular no le había sonado. Que se lo mostraría. Que risa los cuatros adultos se convirtieron en cuestión de minutos en niños regañados que tenían que correr a sus hogares porque se habían volado! En qué momento dejamos de buscar la libertad, o esa adrenalina que nos da romper nuestros miedos. En el camino me sentí así, libre y consciente que con cada paso  la aventura era más mía y el miedo de quedaba atrás ! Adiós al miedo del miedo!

Adiós España !