El regreso a la normalidad requiere un proceso de reíncersion. Uno se siente mitad camino mitad en dónde físicamente se está. Los días pasan tratando de conservar esa paz que da tu propia compañía. El regreso se acompaña de manejar, hablar más por celular, y en general hablar hablar hablar hablar. Mi cuerpo está fatigado y anoche colapsó dormí desde muy temprano por lo menos 15 horas. Pero lo que sí es seguro es que algo en tu interior se encendió en tus largas caminatas solitarias y te acompaña día y noche.
Los peregrinos siguen estando en contacto, las alemanas , denyse la canadiense, stuart el de Zimbabue me mandó el poema, el italiano manda fotos de sus gatas..aún todos sintiendo los efectos del camino acompañados de sus seres queridos..de alguna manera u otra se siente la necesidad que todos sigamos siendo parte de los caminos divergentes de los otros.
Regreso a enchufarme con la vida diaria pero observante de las rutinas que quisiera cambiar...quiero eliminar cortos circuitos.
Un abrazo a todos. Buen Camino!
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