El tren sale de la estación, empieza y termina una etapa de mi camino. Termina la de la obsesión del resultado, la de los kms, y empieza la de dejar ir los vagones cargados de tristeza.. Los vagones llenos de fantasmas del pasado. Esos que sin esposas te encadenan, te hacen creer que eres otro fantasma. Que eres lo que no eres.
Cada vez que el tren se detiene hay alguien en la plataforma esperando... Que ve su llegada y ve su partida. Siempre hay testigos. Y creo que eso de dejar vagones es un arte. Es como echarle vinilo blanco a un bastidor, o es como coger la escultura que andabas haciendo y volverla un montón de barro para ser de nuevo esculpida. No es el conductor del tren sino el pasajero el que mira atentamente la dirección del andar, y al no saber la ruta confía, confía.
El tren que salió de la estación..es el redoble de tambor ... Esos golpes que cantan cambio de la rítmica, que llenan el silencio con significado. Es el reposo en movimiento, es el reposo bañado de sentido. Salí de Burgos!!!
Estoy brincando en una pata! Como esa niña jugando a la "Peregrina" en la calle y diciéndole a la mama que era una gimnasta:
Caro, Caro, gracias por la generosidad que has tenido al compartir tu camino. Dios bendiga cada uno de tus pasos.
ResponderEliminarLuzma un abrazoteeee
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